lunes, agosto 29, 2005

EL PORTAFOLIO

EL PORTAFOLIO:
Estrategias de autoevaluación del proceso lecto – escritural.

* Por: Lic. Luisa del Villar Herrera.

En la educación moderna se considera la evaluación como un proceso que permite tomar decisiones, luego de tener la información acerca de lo que se quiere evaluar, emitiendo juicios al respecto. La evaluación es primordial si se le considera como un recurso dinámico en la construcción del proceso educativo. Es de vital importancia la reflexión de la que se desprenderán los verdaderos cambios educativos (Estévez 1997).

En la educación se puede evaluar una amplia gama de cuestiones como las instituciones, los programas de estudio, la metodología de la enseñanza o el aprendizaje (Quesada 1997).

Podemos definir la evaluación como un procedimiento sistemático y comprensivo en el cual se utilizan múltiples estrategias, tales como: cuestionarios, inventarios, entrevistas, exámenes normalizados o de criterio, exámenes orales, pruebas cortas, portafolios, presentaciones, etcétera, para evaluar la trayectoria académica y personal del estudiante. la evaluación es pues, un conjunto de estrategias destinadas a la mejora de la calidad de la enseñanza. Mediante la evaluación podemos obtener respuestas a muchas preguntas:

¿Qué deben aprender los estudiantes? ¿Hasta que punto lo están aprendiendo? ¿Están aprendiendo lo que les estamos enseñando? ¿Podemos mejorar los procesos de enseñanza y aprendizaje?

Georgine Loacker (1988: 23) entre las funciones de la evaluación enumera lo siguiente:
* Provee los medios para calificar lo que debemos estar enseñando.
* Ayuda a refinar nuestras expectativas sobre el nivel de calidad del trabajo de los estudiantes.
* Permite involucrar activamente al estudiante en su proceso de aprendizaje.
* Requiere adaptar la pedagogía a las necesidades de aprendizaje del alumno.
* Nos indica como están funcionando nuestras estrategias instruccionales con cada estudiante.
* Promueve la colaboración de otros miembros de la comunidad educativa.
Por otra parte, los estudios que se han realizado demuestran que la redacción, es una excelente herramienta para el aprendizaje en todo el currículo académico. No cabe duda de su valor ni de su importancia como medio facilitador del aprendizaje de los estudiantes en todos los cursos. No obstante, aún muchos docentes se resisten a asignar trabajos escritos. Algunos temen la cantidad de ejercicios que tendrían que evaluar, los otros se sienten inseguros de cómo enfrentarse a la evaluación.
Desgraciadamente cuando no se asignan trabajos escritos se pierde una oportunidad valiosa de recibir información sobre la efectividad del currículo y de la metodología utilizada para su enseñanza. Más problemático resulta aún el uso mayoritario por parte de los docentes de exámenes o pruebas cortas –de selección múltiple o de completar espacios en blanco- para evaluar el dominio del contenido de un curso y poder así calificar al estudiante; la mayoría de estos exámenes evalúa solamente los niveles más bajos de aprendizaje y no mide la enunciación ni la expresión coherente de pensamientos. Edward White (1989: 1) ha manifestado que el uso generalizado de exámenes de selección múltiple trivializa la lectura y la redacción desde los primeros grados hasta enseñanza universitaria. En cambio cuando se asignan y se valoran trabajos escritos los docentes pueden percatarse de la capacidad de sus estudiantes para pensar desde la lógica característica de cada disciplina.

¿Qué es un portafolio?

El portafolio es una colección de los trabajos que un estudiante ha realizado en un periodo de su vida académica, ya sea un bimestre, un semestre, un año o cuatro años. Podría compararse con los portafolios de los modelos, fotógrafos, los artistas y otros profesionales, en los cuales estos demuestran sus logros, destrezas y talento en un campo, así como sus intereses y personalidad. El estudiante, con el asesoramiento del docente, va recopilando sus trabajos que evidencian sus esfuerzos, sus áreas fuertes y débiles, sus talentos, sus destrezas, sus mejores ideas y logros en la materia.
Está estrategia promueve la creatividad y la auto-reflexión. Estimula a los estudiantes atrabajar en grupos para analizar, aclara, evaluar y explorar su propio proceso de aprendizaje.
Al diseñar un portafolio tenemos que tomar en consideración los aspectos siguientes:
1. ¿Qué tareas son lo suficientemente importantes y necesarias como para que los estudiante las lleven a cabo? ¿Qué quiero que aprendan?
2. ¿Son auténticas las dificultades de la medición? ¿Ofrezco la oportunidad necesaria para revisar, refinar, preguntar y lograr los altos estándares que he impuesto?
3. ¿Son adecuadas mis expectativas? ¿Cuáles son los criterios que me sirven de modelo? ¿Qué procedimiento estoy tomando en consideración para asegurar la uniformidad necesaria al evaluar y calificar?

En un portafolio podemos encontrar:
* Comentarios sobre un trabajo, reflexiones personales, expresiones de sentimiento;(autorregulación).
* Evidencias del esfuerzo realizado para llevar a cabo las tareas del curso (tareas metacognitivas).
* Asignaciones grupales.
* Comentarios literarios.
* Ejercicios, talleres.
* Esquemas, mapas
* Reseñas, ensayos, etcétera.

Es necesario que el estudiante separe las secciones en las que distribuirán los trabajos, lecturas, quices, etc. se recomienda marcando en su parte exterior, por facilidad para el manejo ágil.
El profesor creará una ficha evaluativa identificada con su fecha actual. Creará los criterios a evaluar y por consiguiente las categorías explicitas en esta ficha, tales como: entrega oportuna del portafolio, dominio de las características de la buena comunicación escrita, progreso como escritor, organización del portafolio, cumplimiento de trabajos, tareas, talleres, etc. A ello se le dará un indicador de logro, además el maestro, preferiblemente le escribirá alguna recomendación, esto será tenido en cuenta en la próxima revisión. La revisión periódica puede oscilar entre cada 15 a 30 días, tiempo aproximado en que se lleve a cabo tanto lecturas como escritura por proceso; planeación, producción, revisión. En esa dinámica, el estudiante se percata que sus destrezas en producción escrita mejoran, se sienten motivados y escriben más frecuentemente.

El portafolio es recomendable porque forma el estudiante en la responsabilidad, en la autonomía, en la auto-crítica, toda vez que debe dar cuenta de su propio avance; desarrolla estrategias de meta – regulación, autocontrol; lo hace un joven organizado. Y si de lenguaje se trata, desarrolla procesos de análisis, síntesis, observación, jerarquización, argumentación, etc. el portafolio ayuda al estudiante a tomar conciencia de su desarrollo lector y escritor en cualquier disciplina que curse.
Bibliografía.

Estévez s., Cayetano, Evaluación integral por procesos, Cooperativa Editorial Magisterio, Bogotá, 1997.
Quesada, Rocío, guía para evaluar el aprendizaje teórico y práctico. Evaluación educativa, Editorial Limusa / Grupo Noriega, México, 1997, p. 14. Universidad Nacional de Colombia, Reglamento estudiantil, decreto 1210 de 1903, cáp. 4.
LOACKER, G. (11988): the faculty as a force to im–prove through assessmento. En inassessin students’ learning. Jossey-Bass publishers, San Francisco.
MURPHY S.; SMITH. M. (1992):
«Writing portfolios in k -12: implications for linguistically diverse students». En Writing portfolios. A bridge from teaching to assessment. Pippin Publishing Limited, Markham, Ontario.
TIERNEY, RJ. Y otros (1991): portfolio assessment in the reading-writing classroom. Chrtopher-Gordon Publishers, Norwood, MA.
WHITE, E. (1989): Teaching and assessing writing. Jossey-Bass Publishers, San Francisco.


* Magistra en educación, Especialista en pedagogía de la lengua escrita, docente investigador: Univesidad del Norte – Colegio Dolores María Ucros.

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